jueves, 11 de diciembre de 2014

Locke & Key: Las llaves del reino

Leído en diciembre de 2014. Creo que tengo que recordar, de nuevo, que estos papeles no son un blog de crítica o reseña de novedades, sino un espacio personal de anotación de impresiones de lecturas. Además, estando tan reciente como está la lectura (y la nota) del tercer volumen, no tiene demasiado sentido escribir aquí un comentario extenso de este cuarto tomo de Locke & Key, recopilatorio de la serie Las llaves del reino, ni insistir en la brillantez formal de la propuesta de Hill y Rodríguez ni en la fuerza dramática y poética de la historia. Sí me parece interesante anotar, sin embargo, que en esta entrega los autores están muy lejos de mostrar síntomas de agarrotamiento del músculo creativo y no dejan de sorprender al lector. En conjunto, esta cuarta serie de Locke & Key profundiza en las relaciones entre los hermanos Locke y en la turbia red de engaños, amenazas y crímenes funestos de Lucas Caravaggio/Zack Wells. Se deslizan en la historia nuevas llaves mágicas, nuevos rincones en las complejas (y perfectamente construidas) personalidades de Tyler y Kinsey Locke y nuevas situaciones lúgubres y grotescas. Aunque, a excepción del desenlace inesperado —tan propio del thriller sobrenatural y a la vez tan revolucionario en el contexto de la serie—, el tono general es de continuidad y, por qué no decirlo, de continuismo, el libro cuenta con momentos de cómic brillantísimo, entre los que destacan: el primer episodio —"Gorrión", un homenaje a uno de los grandes genios del cómic de las última décadas y un prodigio de planificación y arquitectura de la narración—, el tercer capítulo —"Febrero", con esa narración episódica guiada por el calendario— y la larga y emocionante escena, auténtica explosión dramática, del final del libro.

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