Leído en mayo de 2014. Está a punto de aparecer el segundo tomo de la edición española de Fatale, que publica Panini y que compraré y leeré en cuanto salga, por lo que estos días me ha parecido muy oportuno releer la primera entrega. Lo he hecho, además, un poco motivado por el entusiasmo con el que la crítica televisiva y la blogosfera han acogido True Dectective, la serie de HBO creada por Nic Pizzolato, cuyo éxito se debe en buena parte al hecho de que un clásico relato policial se ve aderezado con materiales, sensaciones y ambientes propios del terror sobrenatural lovecraftiano. No voy a entrar a interpretar el por qué la crítica de televisión encuentra ahora tan interesante algo que en su día habría sido despachado rápidamente con el calificativo de pastiche, pero sí que me interesa sacar a colación que Ed Brubaker y Sean Phillips plantean en Fatale una operación similar a la de Pizzolato en la primera temporada de True Detective. Solo que un par de años antes.
Igual que ocurre (presuntamente) en la serie de televisión, la trama criminal detonante del relato en Fatale empequeñece ante la entrada en juego de terribles poderes que emergen de mucho más allá de lo terrenal. Y también como en la serie, el relato del cómic se desarrolla en diferentes líneas temporales, digamos que el pasado se manifiesta en el futuro. (Nota: dicho
todo esto sin saber cómo evolucionarán las siguientes temporadas de True Detective).
En cualquier caso, el resultado es bastante diferente (aunque lo que quiero decir en realidad es que el resultado en Fatale es, a mi juicio, bastante mejor). Brubaker y Phillips —cada uno de ellos responsable de un trabajo excelente en Fatale— no adornan o aromatizan el relato noir con abalorios o esencias sobrenaturales, sino que desarrollan un artefacto narrativo de puro horror cósmico y reptante en un ambiente noir. Es, de hecho, una fusión perfecta de ambos géneros, que tiene al menos dos hallazgos notabilísimos: el modo en que los horrores arcanos van impregnando la narración de forma progresiva hasta manifestarse en toda su abominación y —acaso sea ese el elemento más destacable desde un punto de vista creativo— la reformulación de la mujer fatal del noir en una
criatura preternatural de la estirpe de las vampiras, lamias o brujas… En definitiva, la reformulación de la mujer fatal en una cosa muy seria.
Yo, desde luego,
estoy completamente rendido a los pies de esta femme fatale.
ajá... esta era la pieza que me faltaba para decidirme, que andaba dudoso yo con Fatale (y eso que ambos autores me satisfacen casi siempre, por separado o en pareja)...
ResponderEliminarlo de True Detective... bueno, es que lo del horror cósmico, las citas del Rey Amarillo y Carcosa, me parecen anecdóticas... y hay, además, un cierto amaneramiento en el conjunto, una especie de "cuidado, que estamos hablando de cosas serias"... que no me acaba de convencer... (en general, me gusta, sí... pero)
Es un tebeo muy recomendable. Ya digo, me parece una fusión pulp perfecta. Y sí, lo de True Detective es como dices. Las citas son anecdóticas (e incluso en momentos pueden llegar a parecer algo timo). Gracias por comentar, Francisco.
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