miércoles, 7 de mayo de 2014

Creepy 1

Leído en mayo de 2014. Cuando compré este Archivos de Creepy - Volumen 1 no fue con la intención de incorporarlo a mi biblioteca, sino buscando un regalo para un amigo. Luego miré con un poco de atención el material y la edición de Planeta DeAgostini, y cambié de idea y decidí quedármelo. Tengo y me sé de memoria los Creepy de Toutain, pero esta edición es, según veo yo las cosas, imprescindible.
En este primer libro de Los archivos de Creepy el lector encuentra un puñado de las clásicas historias de terror de los primeros números de la revista editada por James Warren. Narraciones muy breves y espeluznantes claramente inspiradas en los relatos canónicos de los tebeos de E.C. Comics, escritas de un modo muy funcional, basadas casi de forma exclusiva en el recurso narrativo del giro de guion radical y del desenlace inesperado, y dibujadas en maravilloso blanco y negro por maestros como Joe Orlando, Al Williamson, Reed Crandall, Angelo Torres… todos ellos magníficos dibujantes muy dotados para la composición, la planificación y las escenas en claroscuro características del género de terror. Aunque el nivel de dibujo de todo el libro es excelente (en el marco de un clasicismo que quizá aleje a lectores más aferrados a lo actual), creo que dos historias destacan en este volumen: ¡El hombre lobo! (Creepy 1, 1964), una exhibición de talento de un Frank Frazzeta que en esos momentos dejaba el cómic para dedicarse en exclusiva a la cosa pictórica, y Una empresa muy fúnebre (Creepy 5, 1965), con un prodigio de dibujo de Alex Toth.
Sin prisa pero sin pausa, pienso hacerme con todos esos Archivos de Creepy (y, ya puestos, con los de Eerie).
Por cierto, sigo buscando un regalo para ese amigo.

6 comentarios:

  1. Creepy forma parte de nuestra educación sentimental. Yo recuerdo mi primer contacto con la revista, que en su primera edición española se llamo Vampus... Aún estabamos en Primaria pero ya nos enfrentábamos a todos los monstruos...

    ResponderEliminar
  2. Así es, Marcos. Aunque yo, por edad, soy más del mítico Creepy de Toutain, la sola mención de Vampus me trae grandes recuerdos de una etapa gozosa de formación del gusto por los cómics y por el terror.

    ResponderEliminar
  3. Además de los grandes autores que tu has citado, recuerdo el impacto de la entrada de la escudería Toutain en las revistas de Warren. Eran espléndidos profesionales de la talla de Auraleón, Torrents, Beà, Sanjulián, García, Ortíz, Bermejo... También recuerdo "El terror en el cine", los artículos con que Luis Vigil nos introducía en las grandes películas del género... Teníamos "Vampus", "Rufus", "Vampirella", las revistas de Vértice "Tales of the Zombie", "Drácula Lives", "Monsters Unleashed"... después "Famosos Monsters del Cine"... Pero sí, por encima de todas brillaba "Vampus", que luego sería "Creepy" para alborozo de los fans...

    ResponderEliminar
  4. Escribí en Creepy muchos años, y recuerdo un día que me comentaste que tú cogías el relevo... Ha llovido...Jajaja

    ResponderEliminar
  5. Marcos, recuerdo haber disfrutado con auténtico deleite tus textos en el Creepy de Toutain. Cuando cogimos el relevo, lo más interesante fue que pudimos también encargarnos del diseño de la sección, con lo que cada reportaje estaba personalizado… Pero los textos de vuestra época eran mejores.

    ResponderEliminar
  6. Gracias por tus palabras Jordi. Miguel Angel Barral y yo lo tomamos como un reto personal... primero para convencer a Toutain de que nos permitiera colocar la sección al inicio de la revista y después para colocar contenidos que fueran potentes. Martí Ripoll, el genio del grafismo, dio forma a las páginas y creo una imagen de marca atractiva. Luego nos fuimos hacia otras revistas de la editorial, pero esa es otra historia. Un abrazo.

    ResponderEliminar