Diario de lecturas de Jordi Sánchez-Navarro, lector de cómics. Y profesor de comunicación.
miércoles, 7 de enero de 2015
Locke & Key: Mecanismos de relojería
Leído en enero de 2015. Parece poco probable que Joe Hill sea tan presuntuoso como para titular Clockworks (cuya traducción literal es mecanismos de relojería) al quinto libro de Locke & Key en referencia a su propio talento para construir historias que funcionan como tales mecanismos. En cualquier caso, ese título nos pone fácil el chascarrillo, dado que si algo se demuestra a lo largo del desarrollo de Locke & Key es que su trama adopta la forma de un mecanismo complejo en el que todo encaja, en el que cada subtrama actúa como parte de una máquina mayor que funciona con precisión digna de la mejor artesanía relojera. En Mecanismos de relojería viajamos en el tiempo para conocer nuevos y truculentos detalles de los personajes y objetos que protagonizan la saga. La trama principal se estanca en un punto de máximo interés (el destino del menor de los Locke ahora que ciertos acontecimientos lo han convertido en una de las claves de la historia) y se nos lleva a ser testigos de momentos del pasado muy determinantes para el devenir de la familia protagonista y, probablemente, del mundo. A la espera de saber como evoluciona la historia en el “presente” podemos regocijarnos con el dibujo de Gabriel Rodríguez, que vuelve a brillar en todo este arco argumental, en especial en las escenas que más se alejan de lo conocido —como son las que transcurren en 1775— y el talento como escritor de Joe Hill, que nos sigue asombrando con sus conceptos —como ese metal viviente que tanta importancia adquiere en la historia, o la primera, y esperada, referencia explícita a los Mitos de Cthulhu— y con unos personajes —tipos humanos en cuyo retrato y evolución pesan tanto las motivaciones “realistas” como las “mágicas”— que forman parte ya de la historia del género de la dark fantasy. Puede, como ya se ha apuntado, que en este Mecanismos de relojería la trama principal se estanque, pero esta miniserie/arco argumental es sin duda una excelente preparación para el desenlace de Locke & Key en el sexto y último volumen, que será la próxima lectura y anotación de Los papeles del Club Zorglub.
Etiquetas:
dark fantasy,
Gabriel Rodríguez,
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