Leído en mayo de 2015. Antes de que emergieran los guionistas estrella de la segunda mitad y de finales de los ochenta existió una clase media de escritores que hicieron avanzar al cómic de género entregando historias funcionales y orientadas por completo a la diversión de los chavales, pero serias, bien construidas y casi siempre respetuosas con la inteligencia de esos mismos a los que entretenían. Fueron los Roy Thomas, Steve Englehart, Bruce Jones, Doung Moench o Len Wein —entre otros—, autores que ocupan puestos de honor en la memoria de muchos conocedores del cómic, pero que a veces parece que han sido relegados a un papel secundario en la historia del medio.
El último de los citados, Len Wein, merece, a mi juicio, el máximo reconocimiento. Co-creador de La Cosa del Pantano (Swamp Thing) junto a Bernie Wrightson, fue también responsable de la co-creación, con Dave Cockrum, de personajes muy conocidos por los aficionados a los superhéroes —Rondador Nocturno, Tormenta, Coloso—, en la época en que los guiones de Wein fueron el eslabón que unió la primera encarnación de La Patrulla-X y la que después, y de la mano de Chris Claremont, se convertiría en el grupo de personajes más importantes de Marvel. La veteranía es, la mayoría de las veces, un grado, y emprender la lectura de cualquier cosa escrita por Len Wein suele ser garantía de disfrutar de un cómic escrito con oficio. Por su parte, el dibujante Guy Davis —conocido por muchos lectores por su trabajo en Sandman Mistery Theater, Hellboy y AIDP— es un fijo en asuntos de misterio e historia alternativa desde que revelara su talento en Baker Street (publicada por Caliber Comics).
Wein y Davis realizaron en 2003 Batman/Edgar Allan Poe: Nunca más —cuyo título original en su publicación original en cinco comic books fue simplemente Batman: Nevemore—, que ahora publica ECC Ediciones en un solo volumen y en la que ambos autores muestran mucho más que oficio. De naturaleza doblemente juguetona —por un lado es un producto de la línea Elseworld, uno de esos títulos que plantean historias de personajes del universo DC en espacios y tiempos completamente ajenos a su continuidad tradicional; por otro, es un ejercicio de historia alternativa que incluye a Edgar Alan Poe como personaje—, Batman/Edgar Allan Poe: Nunca más es un excelente cómic por varios motivos y gracias a ambos autores. A Wein le debemos el magnífico planteamiento —Batman y Poe investigan juntos una serie de crímenes— y una espléndida integración tanto de Poe como personaje en un universo ficticio como de los argumentos y motivos de los cuentos clásicos del poeta de Baltimore en el devenir de la historia.
Respetando la voz de un narrador que es inequívocamente Poe, diversos momentos, personajes y aromas directamente sacados de Los crímenes de la calle Morgue, El pozo y el péndulo, La caída de la Casa Usher o La máscara de la muerte roja se congregan alegre y eficazmente en una historia clásica (y a la vez perversa) de detectives, a la que otorga un delicioso aire de época el dibujo de Guy Davis, que como siempre combina su visión pulp con las influencias de la gran pintura europea de cosmovisión grotesca y macabra y de los grandes maestros de la bande dessinée “culta” (imposible no pensar en François Schuiten). El volumen incluye las ilustraciones realizadas por Bernie Wrightson para las portadas de las cinco entregas originales. Para ese anotador de Los papeles del Club Zorglub, que siempre ha sido amante de la obra de Poe, del cómic macabro y, no lo vamos a negar ahora, de Batman, se trata de un cómic imprescindible.
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